Rigoletto, Musica a Palazzo
¿Podría haber mejor ópera que Rigoletto para ser interpretada por el brillante ensemble de músicos de Musica a Palazzo? Esta obra tiene todo: el elemento sorpresa, el engaño, la intriga y la traición, el deseo voluble y el amor filial, y excelentes momentos de comedia en la tragedia más desgarradora que Giuseppe Verdi y su libretista, Francesco Maria Piave, hayan escrito jamás.
Musica a Palazzo no necesita un teatro ni un escenario: sus producciones se representan en el espléndido Palazzo Barbarigo Minotto de Venecia, haciendo que el público se desplace de sala en sala y envolviéndolo así en la trama a medida que ésta se desarrolla. Asistir a una ópera de esta manera es algo fascinante. Estar tan cerca de los intérpretes será una experiencia que quedará grabada en su memoria. ¡Una noche en la ópera que no se parece a ninguna otra!
Verdi comparaba Le Roi s'amuse, la obra teatral de Victor Hugo en la que se inspiró para crear Rigoletto, con Shakespeare, mientras que Hugo, al ver la ópera, se quedó impresionado por el gran aporte que suponía la música de Verdi al impacto emocional de su historia. Es simplemente una de las obras más completas del género.
El personaje de Rigoletto es igualmente asombroso; un bufón jorobado de la corte que satisface con gusto todos los caprichos de su amo, pero que se muestra también como un padre devoto. Asistimos entonces a una transformación asombrosa: cuando descubre que el frívolo duque de Mantua tiene la intención de acostarse con su hija Gilda, Rigoletto sólo piensa en el asesinato.
Estrenada en el Gran Teatro La Fenice de Venecia el 11 de marzo de 1851, Rigoletto corría el riesgo de provocar la ira de los censores del Estado, que se desesperaban ante la aparente disposición del compositor para contravenir sus normas sobre cualquier representación desfavorable de la monarquía. Trasladar la acción al siglo XVI y a un ducado desaparecido desde hacía tiempo arregló las cosas.
Podemos estar felices de que la ópera haya sobrevivido, e incluso agradecidos por las restricciones de la censura que dictaron la época en la que la historia tenía que ser ambientada originalmente. El Palazzo Barbarigo Minotto, junto con sus magníficos muebles y pinturas, y con su historia que abarca desde el Renacimiento italiano hasta los últimos años del Barroco, nos transporta sin esfuerzo al mundo de Rigoletto.