Falstaff, Ópera de G. Verdi

Tras varias décadas al frente de la ópera italiana, Giuseppe Verdi estaba prácticamente retirado cuando sintió la necesidad de triunfar por última vez. A sus 80 años, el maestro no quiso arriesgarse y recurrió a una fuente fiel: su propio héroe, William Shakespeare. Decidido a probar nuevamente en la comedia, género en el que había fracasado al principio de su carrera, Verdi contrató a Arrigo Boito para que escribiera un libreto en italiano basado en Las alegres comadres de Windsor y en elementos adicionales de Enrique IV, parte I y II. Y así es como nació Falstaff. Su estreno, el 9 de febrero de 1893 en el Teatro alla Scala de Milán, supuso un triunfo que Verdi no había disfrutado desde hacía mucho tiempo. A partir de ahí, esta ópera se convirtió rápidamente en todo un éxito, partiendo de gira por toda Italia y más allá de sus fronteras. Esta temporada, el Gran Teatro La Fenice de Venecia vuelve a acoger sobre su escenario esta magnífica joya.
La obra trata de las cómicas aventuras de Sir John Falstaff, un caballero obeso, sin dinero y engreído. Cuando se ve obligado a enfrentarse a su soledad y a la inminente bancarrota, urde un astuto plan para seducir a dos mujeres casadas y hacerse con sus riquezas. Sin embargo, tan pronto como Falstaff intenta poner en práctica sus planes, éstos resultan terriblemente mal preparados y evidentes. Sus objetivos, que se han dado cuenta rápidamente de sus verdaderas intenciones y se divierten con su estupidez, hacen que su plan se vuelva contra él y encuentran nuevas formas de desenmascararlo y humillarlo. Sin embargo, a pesar de sus continuos fracasos, Falstaff nunca pierde ni un ápice de su confianza en sí mismo, lo que garantiza que el público no deje de reírse de él hasta el final.
Asistir a una representación de Falstaff es una magnífica oportunidad para ver cómo evoluciona de nuevo el enfoque creativo de Verdi. En lugar de grandes arias memorables, esta ópera cuenta con multitud de melodías que llevan la sensibilidad característica del compositor, pero sin su grandilocuencia. Esta táctica, ligeramente moderada, permite a Verdi crear otro lenguaje musical, que se mantiene fiel al estilo de comedia de Shakespeare y que sin duda hará que esta producción en el Gran Teatro La Fenice de Venecia sea todo un éxito.