El triunfo del tiempo y del desengaño, G. F. Händel

El triunfo del tiempo y del desengaño es a la vez el primer y el último oratorio del extraordinario compositor barroco Georg Friedrich Händel. Éste compuso la primera versión de dicha famosa obra en 1707, la revisó a mediados de la década de 1730 y volvió a ella por última vez en 1757, medio siglo después de su estreno. La historia, escrita originalmente en italiano por el cardenal Benedetto Pamphili, narra la épica lucha entre el Placer, el Desengaño, el Tiempo y la Verdad (también conocida como “Consejo”) por conquistar el alma de la Belleza. Este relato subsistió en todas las revisiones creativas. El triunfo del tiempo y del desengaño (o Il trionfo del Tempo e del Disinganno en italiano) pretendía ser una obra moralizante sobre los excesos y el hedonismo. Gracias a la creatividad musical de Händel y a su asombrosa capacidad para crear emociones reales a partir de las voces de sus instrumentos y de sus cantantes, este oratorio posee una calidad humana muy orgánica que lo convierte en una experiencia sensual y transportadora. El público del Teatro Malibran de Venecia puede prepararse para vivir un momento excepcional.
Händel supo adaptar sabiamente las voces de los solistas a los diversos personajes a fin de comunicar sus diferentes puntos de vista morales. La Belleza y el Desengaño son sopranos, una amable y bella, la otra audaz y casi cínica en su fraseo. El Placer no podía ser otra cosa más que un tenor, rebosante de vida y volumen. Los elementos más realistas son interpretados por los registros más bajos. La Verdad es una alto de voz cálida, mientras que el Tiempo es un bajo serio. Estas decisiones creativas dejan claro el mensaje de Händel. Los conceptos caprichosos y fugaces están todos situados en el espacio tonal alto; compiten por llamar la atención y se solapan parcialmente con las otras tesituras. Por el contrario, los registros vocales más bajos representan los grandes ideales duraderos que también prevalecen en la conclusión del oratorio.
En El triunfo del tiempo y del desengaño, Händel se dejó guiar por su talento musical y su fe. Resulta normal, por tanto, que siguiera revisando este oratorio tan especial a lo largo de toda su vida. Desde el punto de vista musical, lírico y conceptual, se encuentra entre sus mejores realizaciones, aunque no sea su obra más famosa en el género. Tanto los solos como los conjuntos conservan la calidad particular de la exploración, el deseo y la búsqueda de sentido. En el Teatro Malibran de Venecia, el Tiempo y el Desengaño volverán a reinar.