Música Sacra en el corazón de Roma
Independientemente de las creencias de cada uno, el poder emotivo de la música coral es innegable. Pero escucharla cantada en vivo en un entorno antiguo es una experiencia totalmente diferente. La Cripta de los Capuchinos de la Chiesa di Santa Maria Immacolata, también conocida como la Chiesa di Santa Maria della Concezione dei Cappuccini, es el lugar que acoge este concierto tan especial de música sacra en el corazón de Roma, un evento que incluye composiciones no de una o dos, sino de tres tradiciones musicales: Gregoriano, Renacimiento y Barroco.
Construida entre 1626 y 1631 durante el pontificado de Urbano VIII, la cripta es, sin lugar a dudas, el elemento más sorprendente de la iglesia de Santa María de la Concepción de los Capuchinos. Se trata del lugar de descanso de unos cuatro mil frailes capuchinos. Fue el Cardenal Antonio Marcello Barberini, hermano del Papa, quien insistió en que los restos de sus hermanos capuchinos fuesen desenterrados y transferidos del monasterio en Via dei Lucchesi a esta nueva iglesia. Desde entonces y hasta finales del siglo XIX, la orden de los capuchinos continuó enterrando a sus hermanos fallecidos bajo la iglesia.
Antes del concierto, aprenderán más sobre la historia de Santa María Inmaculada y la orden de los Capuchinos gracias a una visita guiada en inglés por la iglesia, la cripta y el museo multimedia, que forma ahora parte de este asombroso edificio. Además, tendrán la oportunidad de ver de cerca la obra pictórica San Francisco meditando de Caravaggio, uno de los grandes maestros de Italia.
El concierto se inspira en el repertorio del Coro de la Capilla Sixtina. Cantado a capella con gran maestría por la Schola Romana Ensemble (soprano, alto, tenor y bajo), el programa contiene algunas de las obras religiosas más cautivadoras jamás escritas, tales como Benedicta sit de Agostino Agazzari, Peccantem me de Cristóbal de Morales y Sicut cervus de Giovanni Pierluigi da Palestrina.
Si ver los cuerpos de los frailes no les causa escalofríos, la música sí lo conseguirá; y por muy buenas razones.