Las Cuatro Estaciones, A. Vivaldi

Magnífica serie de conciertos, Las Cuatro Estaciones de Vivaldi se celebra durante todo el año en un marco maravilloso en el corazón de la Ciudad Eterna. Como pocas obras de compositores hablan del estilo barroco italiano más que las de Antonio Vivaldi, no es de extrañar que la más famosa de entre ellas siga deleitando al público de la capital italiana todavía hoy en día. Ninguna otra pieza es tan adecuada para una representación nocturna, que puede ser disfrutada tanto por los habitantes de Roma como por sus visitantes.
El concierto comienza con la interpretación de La Primavera, la visión de Vivaldi sobre la primavera italiana, un concierto conocido como el n°1 en Mi mayor. A continuación viene L’Estate, la interpretación del verano por parte del compositor, que es tocada en sol menor y que incluye un movimiento rápido muy conocido y que representa una tormenta estival. El siguiente concierto es el n°3 en Fa mayor, L’Autunno, que es el preferido de muchos melómanos. Finalmente, el ciclo de las estaciones se cierra con L’Inverno, que describe el invierno en todo su esplendor en fa menor. Los cambios de claves y los pasajes se han convertido casi en una segunda naturaleza para el público desde que la obra se presentó por primera vez en forma publicada en 1725.
El quinteto de cuerdas de la academia Opera e Lirica acompañado de un clavecinista ofrecen un festín musical cuando demuestran el virtuosismo necesario para interpretar Las Cuatro Estaciones con el talento que cada uno de los concerti exige. Sin embargo, el programa no termina cuando se ha completado el célebre ciclo. El público será deleitado además con otros conciertos para cuerdas de Vivaldi para culminar esta maravillosa velada de entretenimiento.
Cuando Vivaldi concibió sus Cuatro Estaciones, lo hizo para elevar la sofisticación y el arte de lo que se conoce como música programática, una forma que intenta ofrecer una narrativa que va más allá de la música pura que se interpreta. Cuando compuso el ciclo, el gran compositor tomó la inusual iniciativa de publicar cuatro sonetos, uno para cada uno de los concerti que había escrito. Aunque los eruditos de la música aún debaten sobre si los sonetos acompañan a los conciertos o viceversa, de lo que no hay duda es de que Vivaldi estableció nuevos estándares en la música programática que aún se pueden sentir hoy en día.
Este fabuloso concierto hará las delicias de los amantes del barroco y de la música clásica antigua, así como de los melómanos en general que quieran escuchar algo típicamente italiano durante su estancia en Roma.