Puccini y Verdi
Una noche cambió la vida de Giacomo Puccini. El 11 de marzo de 1876 se representaba Aida de Giuseppe Verdi en Pisa. Puccini, todavía un adolescente, no tenía dinero para el billete de tren que le llevaría hasta allí desde Lucca, su ciudad natal, y mucho menos para la entrada del teatro. Sin embargo, corrió durante tres horas, logró entrar en la casa de ópera y decidió, aquella noche, que él también se convertiría en compositor de ópera.
Hasta entonces, el entorno del joven Giacomo, un estudiante algo indiferente, temía que no pudiera seguir la carrera musical que había mantenido a los Puccini desde tiempos inmemorables. Gracias a Verdi, Puccini, en lugar de caer en el anonimato, creó algunas de las mejores obras para el escenario, como La bohème, Madama Butterfly, Turandot y Tosca.
Por tanto, es muy acertado que “Puccini y Verdi” sea uno de los conciertos de la serie presentada en el Festival Puccini e la sua Lucca, el festival internacional y permanente dedicado a Puccini en Lucca. Esta velada reúne las arias y dúos más famosos de estos dos grandes compositores, interpretados por una soprano y un tenor y especialmente arreglados para piano de cola.
Al igual que Wagner, Puccini y Verdi revolucionaron la ópera a su manera y dieron forma a nuestro muy moderno concepto del significado de la tragedia a través de sus obras. Sus mejores personajes no son los que hacen avanzar la historia, sino la gente común y corriente atrapada en su devenir. Violetta Valéry (la Traviata) y Luisa Miller de Verdi, así como Mimì y Floria Tosca de Puccini, son todas ellas víctimas de los acontecimientos provocados no por sus errores sino por las acciones de otros.
Para ambos compositores, la calidad de las historias a las que pusieron música era de vital importancia. La disposición de Verdi a enfrentarse a la censura para salvar sus libretos de los cortes estaba igualada por la minuciosa investigación de Puccini para garantizar la autenticidad de sus dramas. Y los actores más importantes en sus óperas no eran los ensembles o las puestas en escena, sino siempre los individuos, haciendo que la música que cantan, apoyada en emociones que todo el mundo puede reconocer, sea aún más convincente.
Con muchos otros eventos en su repertorio, incluyendo “Una Noche en la Ópera”, “Las mujeres de Puccini”, “Velada de Ópera Italiana” y “Puccini y Mozart”, el Festival de Puccini en Lucca promete una velada de música fascinante sean cuales sean sus preferencias en ópera.