Carmen, Ópera de G. Bizet

Carmen, ópera en cuatro actos de Georges Bizet, es una de las obras teatrales más queridas en todo el mundo. Sin embargo, no fue así cuando se estrenó en la Opéra-Comique de París el 3 de marzo de 1875. El libreto de la ópera, de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, estaba basado en la novela homónima escrita en 1845 por Prosper Mérimée. A través de esta obra, los temas de las pasiones de la clase obrera eran ya conocidos por un buen número de personas de la sociedad del siglo XIX, quienes los consideraban inapropiados para ser objeto de una representación pública. No obstante, esta ópera sería considerada más tarde como una obra maestra, que ninguna otra obra del compositor francés consigue igualar.
Cuando Bizet buscaba una cantante para interpretar el papel protagonista de Carmen para el estreno, muchas de los grandes intérpretes de ópera de la época rechazaron su propuesta Por ello, reescribió algunas partes de su obra para que la ópera fuera más aceptable a los ojos de la alta sociedad. Aun así, mantuvo la posición central de los gitanos, de los trabajadores de las fábricas y de otros miembros que forman parte de la “gente corriente”. Si bien contaba tan solo con 36 años cuando finalmente llevó Carmen al escenario parisino, Bizet falleció poco después y sin llegar a conocer el éxito que alcanzaría su obra. El célebre compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski había afirmado que esta ópera se convertiría en la más popular del mundo cuando el público la apreciara.
Ambientada en Sevilla, la protagonista de Carmen es una gitana, interpretada por una mezzosoprano, que atrae la atención de un joven y apuesto cabo del regimiento llamado Don José, un papel escrito para tenor. La acción pasa de una fábrica de cigarrillos, en el primer acto, a una taberna, en el segundo. Más tarde, la trama se traslada a una guarida de contrabandistas, donde Carmen se esconde con sus amigos. La culminación de la historia tiene lugar en la plaza de toros de Sevilla, donde las pasiones se desatan hasta alcanzar un desenlace mortal.
Carmen constituye el ejemplo más famoso de lo que se conoce como opéra-comique en Francia. Aunque está ambientada en España, esta obra es una versión de este subgénero de la ópera francesa, en el que las palabras son tanto habladas como cantadas. El tema principal no es necesariamente cómico en este estilo de ópera en el que Bizet demostró ser un maestro. Pocos serán los espectadores que no queden maravillados con las arias de Carmen, tales como la Canción del torero o la memorable habanera L'amour est un oiseau rebelle.